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El seguro de vida es una póliza que garantiza a los beneficiarios un capital en caso de fallecimiento de la persona asegurada. Se trata de una forma de prevención que ofrece apoyo económico a un núcleo familiar en caso de fallecimiento de la persona que sea su principal fuente de ingresos.

En concreto, la póliza de seguro de vida consiste en un contrato celebrado entre un particular y una compañía de seguros, en el que se especifica toda la información necesaria para la activación y la cobertura del seguro:

  • Los datos de la aseguradora, del asegurado y del beneficiario;
  • El tipo de cobertura;
  • El capital que se desea asegurar;
  • Las modalidades de pago y el importe de la prima;
  • La duración de la póliza.

Las características de los seguros de vida

El mercado de los seguros presenta diferentes modelos de pólizas de vida, que se caracterizan sobre todo por la cobertura que pueden ofrecer.

Una solución generalizada, por las ventajas que ofrece frente a un compromiso económico relativo, es la muerte temporal, solución que cubre el llamado riesgo de muerte. Concretamente, esta póliza prevé el desembolso del capital por parte del seguro hacia el beneficiario, en caso de que se produzca la desaparición prematura del asegurado en un plazo determinado en la fase contractual.

Las compañías ofrecen también una serie de garantías complementarias que deben integrarse en la fórmula de prevención básica:

  • Garantía de accidentes
  • Garantía sobre enfermedades graves
  • Garantía de invalidez

¿Quién necesita un seguro de vida?

Un producto de seguro como la muerte temporal se recomienda para aquellas personas que tienen la necesidad de proteger a sus seres queridos.

Por este motivo, un seguro de vida que cubra el riesgo de muerte se dirige principalmente a las familias con hijos o padres ancianos a su cargo o que hayan suscrito un préstamo para la compra de vivienda.

Seguro de vida para una familia con hijos

Proteger a los seres queridos de un evento negativo puede ser una opción necesaria para aquellas familias que solo pueden contar con una fuente de ingresos o que, a pesar de tener más ingresos entrantes, deben proveer el sustento económico de niños pequeños o padres ancianos.

En estas situaciones, asegurar al cabeza de familia o a ambos cónyuges con un seguro de vida temporal en caso de fallecimiento podría resultar una opción prudente que, en caso de que se produjera la muerte prematura del asegurado, puede proporcionar protección económica a los seres queridos. Asegurar a ambos adultos en un hogar es sin duda la opción más segura, independientemente de la contribución económica realizada por cada uno.

Caso de muerte temporal para personas que han suscrito una hipoteca

El seguro de vida es especialmente adecuado para las personas que han contraído una gran deuda como un préstamo hipotecario que se resolverá en un período de tiempo muy largo.

Por ejemplo, para una familia que ha suscrito una hipoteca para comprar una vivienda, la cobertura ideal es la muerte temporal, donde el capital a asegurar y la duración del contrato se calculan sobre la base de la suma que se devolverá a la entidad de crédito.

Otras categorías que pueden beneficiarse de un seguro de vida

Personas asalariadas

En muchos casos, los asalariados ya tienen un seguro de vida concertado con su empleador. Sin embargo, a menudo se trata de un seguro incluido en los beneficios de la empresa que no garantiza un alto capital, ya que generalmente se habla de sumas equivalentes al doble o el triple del salario recibido.

Además de no constituir un apoyo económico adecuado, estos seguros concertados no se mantienen si el trabajador cambio de empleo.

Por estas razones, es conveniente considerar una solución alternativa y optar por un seguro de vida adicional con mayores rentas y garantías.

Personas que han tenido problemas de salud

Las compañías de seguros presentan a sus clientes propuestas de seguros de vida cuyo precio se basa en muchos factores como la edad, el sexo, el estado actual de salud y cualquier historia clínica, fisiológica y patológica.

Desafortunadamente, en algunos casos, incluso en presencia de una recuperación completa, problemas de salud anteriores pueden conducir a la imposibilidad de acceder a una cobertura de seguro.

Sin embargo, en general, estar expuesto a posibles enfermedades no impide al consumidor descubrir en un comparador de seguros lo poco que puede costar la protección que necesita, además de solicitar una evaluación específica.