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Antes de elegir un seguro para su hogar, debe informarse bien y comparar varias propuestas de seguro para asegurarse de seleccionar la póliza que mejor se adapte a sus necesidades. Las compañías de seguros son múltiples, así que hay que tener en cuenta algunos factores previamente.

Al poder comprender una variedad de coberturas, es muy importante informarse cuidadosamente sobre lo que implica el contrato, para elegir la póliza más adecuada a cada caso específico. El primer error que hay que evitar es tratar de ahorrar renunciando a coberturas que son fundamentales, con el único fin de pagar una prima más baja. En cambio, es mejor buscar la combinación de garantías completas ofrecidas y el mejor precio practicado. Para hacerlo, es necesario consultar un comparador seguros hogar, para dar con la combinación correcta de eficiencia y ahorro para cada vivienda.

Será fundamental evaluar las características esenciales de su hogar y del lugar en el que se encuentra: si es una casa con tuberías viejas, si se encuentra en un piso bajo o en una zona de riesgo de robo, o si guarda valores y objetos antiguos. Otra cuestión importante a considerar es si la propiedad se encuentra en una comunidad o es una casa independiente, así como si está habitada todo el año o a menudo está fuera de casa por largos períodos. Por último, si está alquilando, una póliza de seguro es muy útil, especialmente en comparación con daños más grandes a la estructura y su contenido.

Los vecinos también desempeñan un papel importante, tanto en la evaluación del riesgo potencial al que se está expuesto en relación con el vecindario, como en la posibilidad de que se les cause un daño (por ejemplo, cuando se dispone de un sistema de tuberías muy antiguo). En caso de duda sobre cuestiones de propiedad o disputas con los vecinos, una garantía de protección legal podría ser necesaria para abordar con serenidad cualquier evento adverso que pudiera surgir.

¿Qué daños no cubre la póliza de la casa?

El seguro no paga los daños causados por culpa o dolo del propietario de la casa o de su inquilino. La negligencia, como la pérdida de las llaves y el consiguiente robo en la casa, generalmente no encuentran cobertura de seguro porque no hubo robo. Del mismo modo, un seguro que cubra el inmueble y sus paredes, no responderá de los daños eventualmente causados al contenido de la vivienda, salvo que haya previsto específicamente en el contrato de seguro este tipo de cobertura.

Por lo que se refiere a los riesgos garantizados, el seguro cubre los daños a la estructura del inmueble (incluidos los daños relacionados con los bienes contenidos en el mismo), los daños a terceros y los servicios de asistencia en determinadas situaciones de emergencia.

Indemnización, límite máximo y franquicia

Es importante evaluar los términos y condiciones del contrato, ya que definen las características de la póliza. La indemnización es el importe que se concede al tomador de la póliza cuando se produce el daño en concepto de indemnización. El límite máximo es la cantidad máxima que el seguro está dispuesto a pagar al asegurado cuando se produzca un daño específico previsto en la póliza. La franquicia es, en cambio, la parte del daño que queda a cargo del asegurado, por lo que la cantidad mínima por debajo de la cual la compañía de seguros no liquidará el daño. Por lo tanto, si los daños son pequeños y cuantificables por una suma igual o inferior a la franquicia, no serán indemnizados por el seguro. Por último, está la prima de seguro, que corresponde al coste de la póliza, con el pago que puede ser anual, en una sola solución, o a plazos.